jueves, 19 de abril de 2012

Sigo encerrada en esta prisión que lleva mi nombre.

Los días se suman y todos resultan ser iguales. Guardo en mi memoria, al parecer ausente, los pocos pedacitos de recuerdos que divagan sin rumbo por este cuerpo de alma errante.

Mi vida es, actualmente, un actuar sin pensar pues este último verbo parece haberse escapado de mí. Resulta alarmante que otras personas tengan más claro que tú lo que eres y cuales son tus pretensiones; De llegar a describirte como constante y perseverante en tu trabajo, a dar en el clavo con que no te quieres nada. O, aceptar que te has convertido en un ser conformista, que no puede exigirle nada más a la vida, pues das por perdido el ‘yo’ interno que antes eras. No me reconozco, pero sé que yo no soy así. La gente que ahora mismo me rodea, solo conoce a la persona que está en busca de sí misma.

Sigo esperando que llegue el momento de mi ‘reaparición’ y salir a escena con miedo pero, a la vez, pisando sobre seguro. Cada parte de mí ansía despertarse un día sabiendo cuan claros tendrá sus objetivos en la vida y esperará protegida lo inesperado con ilusión, esperanza. Mientras tanto, pintaré la vida con una enorme sonrisa.

Poner orden no es sencillo, el mundo sigue girando y tú con él. Pero es absolutamente frustrante y desesperanzador no encontrar ese pequeño haz de luz que te guíe porque sí, sin tener que pedir a cambio una respuesta coherente.

Reiterando, mi vida: un actuar sin pensar, un llorar sin motivos, un amar un recuerdo, un estar sin vivirlo.

domingo, 18 de marzo de 2012

miércoles, 25 de enero de 2012

Again, again and again.

Hoy no siento como quisiera sentir. Padezco de lo que realmente quiero huir. A veces me convierto en mi propio enemigo, la culpa es mía y solo mía por permitirme el lujo de consentirlo. SOY CONSCIENTE DE TODO ESTO. Pero en momentos así mi capacidad de superación prefiere esconderse la cabeza entre las patas. No me sirve de nada hablar de ello, mas que para revolcarme en mi propia mierda. Aquí, privilegiada en todos los aspectos, estropeo sin querer mi (antes) espontanea felicidad.

Quiero hacer desaparecer el nudo en mi garganta donde todas y cada unas de mis más imbéciles penas se ahogan. Quiero ''poder'' y no quedarme en el intento. Quiero sentirme bien conmigo misma y dejar atrás de una vez por todas esta forma de sentir.


Es muy fácil decirlo, pero enormemente difícil aplicarlo. Soy una experta en ello, creedme.