miércoles, 14 de julio de 2010

No lo quiero así.

Es el día idóneo para decir que hoy me siento capaz de hacer frente a mis miedos, mis más sentidos temores; a enfrentarme a las palabras que al parecer, parecen menos dañinas que si fueran habladas o cantadas, pero que causan una enorme nostalgia, un sentimiento profundo, un intenso resquemor de las ideas así como de los pensamientos.

A decir verdad nunca me he atrevido a no leer entre líneas, siempre busco el doble sentido (si es que existe), la otra cara de la moneda. No me conformo con esperar un resultado que ya aparece expuesto sino que, prefiero imaginar. Me gusta la idea de dejar a mi imaginación girar, cual conjunto de hojas secas que son movidas por la suave brisa de Otoño. En ocasiones creo que, menos (que no más) allá de lo que uno tiene, puede llegar a ser invencible y sin embargo, te lo quitan cuando menos te lo esperas. Con ello no vengo a decir que nada es para siempre, solo digo que, todo es para nunca. La contradicción: mi perdición. Mi vicio: tú. Mi debilidad: la música. Mis ganas: soñar despierta.

Resulta inevitable pensar que a veces se me corta la respiración y me quedo ennortada mirando nada a través de mis ojos color coca-cola. Me sube la agonía por el pecho y me llega al corazón, ahí se retiene unos pocos segundos hasta que sale despedida. Vuelvo a mí y me pregunto: '¿por qué?'. ¿Vacía de sentimientos? Al contrario; yo diría que, demasiados.

Lo quiero todo, pero me conformo con esto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario