Puede.

Tantas cosas las que quiero decir, tan pocas palabras las que merecen la pena. La originalidad parece escasa, cada vez más. Me ciño a contemplar, me reservo mis ideas, mis ganas de joder.This is what you get, this is what you get. Saber de sobra que no merezco nada, que lo que escribo es un sin fín de estupideces, expreso mi inexorable ira repleta de fuertes emociones adolescentes. No quiero hablar, pero sí escribir; me resulta una fuente de inspiración acojonante.You do it to yourself, you do. Estamos en las mismas de siempre, todo da vueltas y se concentra en una especie de bucle infinito, puede que al final estes tú, o tal vez seas esa infinidad. No sé. Dos días. Izquierda y derecha. Más a mi izquierda que a mi derecha. ¿Algo contradictorio tal vez?.Esto es genial. Camino al infierno (ahora sí). Voces. Alucina vecina.

Y aquí me encuentro, otra vez con mi portátil, mi pequeña intimidad y mi droga; música. La noche es lo que me mueve ahora en verano. Me mantiene despierta. Tengo mono de algo, pero no sé que es. Ah si, ya. Te lo cuento dentro de dos líneas. Me sudan las manos, se me engarrota el cuello, fijo la vista para leer y escribo sin pensar. ¿Qué es lo que ven mis ojos?, se llama indiferencia y estará encantada de no tenerte en cuenta porque al igual que por un oído me entra, por otro me sale y además sale corriendo. Al final han sido tres; Radiohead.

Porque todo es relativo. Pero nada es 2+2=5