jueves, 24 de junio de 2010

Y sí.

3:45. Con las ideas agrietadas me dispongo a consumirme entre líneas, a hablar sin querer y a contar lo imposible.
Días de verano; amigos, salidas, calor, muchas horas de sueño...pensar. Querer creer en un todo y en un nada, decirlo delicadamente y salir perjudicada. Alzo la mirada y ahí me quedo, perdida en pensamientos vacíos de contenido. No puedo pensar. Me duele el estómago, me entran escalofríos. Analizo mi alrededor y solo me encuentro a mi misma en mi habitación, escuchando el susurro de la noche, el 'tic-tac' del reloj, mi respiración y nada más.
Ha sido eso y no estoy arrepentida de nada. No repetiría por no dañar. Solo quiero desear lo mejor y para ello me quito de en medio.
Simplemente quiero verlo y tal vez sentirlo, sentir que mis palabras nunca tendrán sentido hasta que les quiera yo dar forma y que tengan un fin concreto, mas no puedo, me voy por las ramas y no quiero volver. Son detalles insignificantes de los cuales me percato.Y ahora es cuando creo que deliro, la noche me invade en su luz oscura y me atrae como si de una droga se tratase. No puedo dormir, aunque a decir verdad, tampoco quiero. Esto no tiene sentido, se me va de las manos...solo quiero escribir y escribir y creer que ahora nada importa.
Quiero contar muchas cosas, pero con una noche no basta.
4:02. Fue bonito mientras duró.

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